viernes, 24 de diciembre de 2010

CUANDO EL REAVIVAMIENTO SE NECESITA


El reavivamiento siempre se necesita, pero es muy necesario cuando una condición de descarriamiento está clara. Para entender el descarriamiento, considere el ejemplo de Israel. Jeremías llamó los problemas de Israel de “cautividad” en la Reina Valera, pero en el original la palabra es “descarriamiento” (Jeremías 1.3-4). La Biblia dice:

“El descarriado de corazón se hartará de sus caminos, pero el hombre de bien estará satisfecho con el suyo” (Proverbios 14:14).

Vuélvase a Jeremías capítulo 2. Usted notará que Israel...

n  n       Había determinado que Dios no era tan importante a ellos como Él había sido anteriormente ("Me acuerdo de ti, de la lealtad de tu juventud...”): 2:5.

n  n       Había se olvidado de las grandes cosas que Dios hizo para ellos en los días anteriores: 2:6-7.

n  n       Incluso los líderes religiosos se unieron a los descarriados. Los sacerdotes no preguntaron, “Dónde está Jehová?”: 2:8.

n  n       Con Dios fuera de sus vidas, se volvió a otras cosas... en este caso, ídolos: 2:11-12; 27-28.

n  n       Desamparó la verdadera fuente de agua espiritual y empezó a cavar cisternas que no podrían sostener el agua. Ellos trocaron el agua viviente para el agua estancada: 2:13.

n  n       Empezó a apostatar espiritualmente: 2:19.

n  n       Entró en una condición de justicia propia: 2:22-23.

n  n       Se justificó con excusas: 3:11.

n  n       Atrajo otros en su corrupción: 2:33-34

Descarriamiento es el pecado de abandonar a Dios y llenar la vida de sí mismo. Se describe como un cerdo que regresa al fango y un perro que vuelve a su vómito (2 Pedro 2:21-22).


EVIDENCIAS DE UNA CONDICIÓN DE DESCARRIAMIENTO

1. Cuando la oración deja de ser una parte vital de su vida. Se ha dicho, “el reavivamiento tarda porque la oración declina”.

2. Cuando la demanda por la verdad Bíblica cesa y usted se pone satisfecho con el conocimiento que usted ya ha adquirido. Esto no quiere decir que los descarriados no leen la Biblia. Muchos de ellos tienen hábitos de devociones obedientes, pero mientras ellos leen las palabras ellos tratan el conocimiento adquirido simplemente como hechos y no aplican a sus vidas.

3. Cuando los pensamientos sobre las cosas eternas dejan de ser regulares y/o importantes.
4. Cuando usted justifica su pecado con justicia propia diciendo “El Señor sabe que yo soy sólo polvo” o “es así que yo soy”.

5. Cuando las discusiones espirituales intencionales son una turbación y lo hacen incómodo.

6. Cuando las cosas como recreación, deportes, y entretenimiento se vuelven prioridades en su vida.

7. Cuando usted puede tolerar el pecado sin protesto por su conciencia.

8. Cuando las aspiraciones de la santidad como la de Cristo no son más dominantes en su vida.

9. Cuando la adquisición de dinero y géneros se ponen dominantes en su pensamiento.

10. Cuando usted puede oír el nombre del Señor ser tomado en vano, las cosas espirituales mofadas, y los problemas eternos tratados impertinentemente y usted no se mueve a la indignación y acción.

11. Cuando la “adoración” se vuelve un cansancio. Los servicios de la iglesia pierden su excitación, usted puede cantar canciones religiosas con sus labios y hablar palabras sin corazón, y no hay ninguna canción en su corazón, ninguna alabanza con el anillo de alegría.

12. Cuando abrir una brecha en la unidad en el compañerismo es de ninguna preocupación a usted.

13. Cuando la excusa más ligera parece suficiente para mantenerlo alejado del servicio cristiano.

14. Cuando sus sentidos carnales están fuera de control: Usted observa las películas y programas de televisión degradantes, escucha música impía, y lee literatura moralmente debilitadora.

15. Cuando usted se ajusta alegremente al estilo de vida del mundo: Por ejemplo, a las deudas impagadas, falencia, mentira, deshonestidad, citas y promesas no cumplidas, estilos inmodestos de vestido, engañar a su patrón en un día lleno de trabajo, etc.

16. Cuando su falta de poder espiritual ya no lo preocupa; no hay aprendizaje incesante por más de Dios y por Su poder en su vida.

17. Cuando su iglesia ha entrado en declive espiritual, la Palabra de Dios ya no se predica con el poder en su iglesia y todavía usted está satisfecho.

18. Cuando las condiciones morales, políticas, espirituales, y económicas del mundo y de su nación no son de ninguna preocupación a usted.

19. Cuando su corazón está duro: Sus lágrimas no fluyen fácilmente, usted es  insensible, intratable, etc. Usted no llora por las cosas que Jesús lloró como una ciudad perdida, la condición espiritual del hombre, los dolores de otros.

20. Cuando usted ha perdido su fuerza espiritual, y ni siquiera comprende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario