Buenas a todos.
Hoy me he despertado con un sueño y era algo así: "Estaba en la primera fila del local dónde se reúne el cuerpo de Cristo y el pastor me decía que si yo podía predicar hoy, que el sentía de parte de Dios que tenía que hacerlo yo. Nunca he predicado con tantas personas, esperan recibir de la Palabra un mensaje de Dios que les ayude a mejorar sus vidas cristianas o simplemente conocer más de nuestro Señor.
Entonces me levante y oré de esta manera: “Padre ya que me has llamado se que me darás las palabras que debo decir como hiciste con tu siervo Moisés ante el Faraón, úsame Señor y que yo no añada ni una palabra de mi corazón a esta tu Voz”
Seguidamente abrí mi boca y comencé a predicar sobre la santidad.
Hermanos una vez hoy decir a un pastor que si él decía que antes de llegar al local había sido atropellado por un camión nadie le creería, debería estar casi muerto o con el cuerpo destrozado, la cosa es que se notaría. Seguidamente dijo que cuando te encuentras frente a frente con Cristo es imposible salir igual, se debe notar en toda nuestra vida, en todo lo que hacemos, no es Cristo más grande, fuerte y poderoso que un camión.
No podemos decir que somos cristianos y vivir como vive el mundo, si somos nacidos de nuevo debe notarse. Si dejamos que las pequeñas cosas que no agradan a Dios vayan andando con nosotros el camino ¡a imagen de quién seremos moldeados ¿de Cristo? o ¿del mundo?! No se puede servir a Dios y al mundo, debes tomar una elección.
Somos nacidos de nuevo para buenas obras en Cristo, para su Gloria. El venció en la cruz, en el Gólgota, al poder del pecado, para que podamos servirle, glorificarle, honrarle y disfrutar de su presencia por toda la eternidad sin ser consumidos por la ira y la justicia de Dios.
En nuestro camino de santidad siempre habrá tentaciones, Jesús mismo fue tentado en el desierto, pero Él no cometió pecado alguno, podemos acudir confiadamente al Trono de la Gracia porque nos comprende y sabe lo que pasamos, y puede darnos el oportuno socorro para salir victoriosos para Su Gloria. A veces incluso caeremos en la tentación, pero no somos como el mundo que disfruta bañándose en el río del pecado, nosotros estamos en el río de agua viva para vida eterna, el cuerpo de Cristo se arrepiente y se deja quebrantar por medio del Espíritu Santo para perdón del pecado cometido e intenta con todas sus fuerzas que no vuelva a suceder. Habrá hermanos que tendrán esa lucha hasta que sean llamados a la presencia del Señor, pero Dios será glorificado cada vez que venzan la tentación. Un hermano comentó una vez el versículo que dice que iremos de gloria en gloria y él decía que para ir de gloria en gloria debía de haber algo en medio, una batalla, una tentación, un problema, etc. No decaigamos cuando no hagamos las cosas bien, tenemos un Dios de amor que espera que alcemos nuestras voces clamando a Él con arrepentimiento.
No somos como el mundo, no intentemos vivir como el mundo en Cristo porque es imposible. Como no eres ni frío ni caliente te vomitaré de mi boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario