lunes, 23 de abril de 2012

CAPACITADOS PARA DISCERNIR

Leer | HEBREOS 5.11-14

Hoy día, la impaciencia es una característica muy común. Queremos información, ayuda y comida rápidas. La simple espera a que la computadora arranque o que "el próximo agente esté disponible" para responder nuestra llamada telefónica puede causarnos frustración. Pero Dios es especialista en el trabajo lento y constante. Él está más interesado en un resultado de calidad, que en un proceso rápido.

En ninguna parte es esto más evidente, que en la esfera del discernimiento espiritual. Cuando nos convertimos en cristianos, no somos sabios y versados de inmediato. Se necesita toda una vida para llegar a la madurez. Sin embargo, algunos creyentes no parecen crecer en absoluto. Envejecen, pero su comprensión de la Palabra de Dios nunca es muy profunda.

Esta falta de sabiduría se debe a ignorancia de la Palabra, apatía, indiferencia a las cosas espirituales, y a falta de aplicación de las verdades bíblicas. El discernimiento requiere tiempo y esfuerzo. Dedique tiempo para reflexionar sobre sus respuestas, y observe las consecuencias de sus acciones y decisiones. Si usted se siente acusado por lo que nota, permita que eso le motive a iniciar una búsqueda de por vida del Señor y de sus caminos. Comience a leer la Biblia regularmente; al hacerlo, pídale al Señor que abra su corazón y su mente para entender lo que Él está diciendo.

Sin embargo, la simple lectura de la Palabra de Dios no es suficiente. Si usted no pone en práctica lo que ha leído, lo único que tendrá será conocimiento intelectual. La obediencia nos capacita para discernir el bien y el mal. Por medio de la práctica, podemos ser sabios y desarrollar madurez espiritual.

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