viernes, 20 de abril de 2012

CURSO DE OBEDIENCIA

Leer | LUCAS 5.1-11

Las decisiones que consideramos intrascendentes pueden ser importantes a los ojos de Dios. La obediencia en los pequeños detalles prepara al creyente para la obediencia en todas las cosas. El pasaje de hoy enseña que Pedro experimentó una lección inicial para seguir al Señor.

Las primeras palabras de Pedro con Cristo parecían poco importantes. Podemos suponer que Jesús le pidió a Pedro que lo dejara utilizar su barca, lo que significa que el cansado pescador dejó de lado el trabajo de limpieza que hacía, para que la usara un predicador ambulante. Fue una decisión pequeña, pero la recompensa fue grande. Pedro tuvo un asiento en primera fila para escuchar el mensaje que Jesús proclamó a la multitud en la playa.

El futuro discípulo fue convencido de la autoridad de Cristo por lo que escuchó. Por tanto, obedeció a su segunda petición de echar las redes, a pesar de que hacerlo contradecía todo lo que sabía sobre pesca. Los resultados fueron milagrosos; la pesca fue tan grande que tuvo que venir una segunda barca para participar en la captura.

Jesús estaba introduciendo gentilmente a Pedro a una obediencia absoluta. La breve pero fascinante historia de sometimiento a la voluntad del Señor, y de la experiencia de su bendición, lo convenció de que renunciar a todo para seguir a Cristo era la opción más sabia.

La experiencia de Pedro respecto a la obediencia y al sacrificio, no es única. Así es como el Padre celestial enseña a sus hijos a obedecer su voluntad. Por tanto, no asuma que una decisión es insignificante; Dios le está poniendo en una dirección, para llevar a cabo su buen propósito para su vida.

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