domingo, 13 de enero de 2013

Mire a Jesús y viva

Leer | JUAN 3.7-15
La conversión de Jesús con Nicodemo estuvo llena de simbolismo. Comparó a la salvación con un segundo nacimiento, y asemejó a la obra del Espíritu Santo con el viento. Pero luego el Señor utilizó una ilustración del Antiguo Testamento que puede parecer rara a los lectores de hoy; dijo que el Hijo del Hombre debía ser levantado, así como Moisés levantó la serpiente de bronce (Nm 21.1-9).
Nicodemo habría estado familiarizado con la historia de los israelitas en que dirigiéndose a la Tierra Prometida, se quejaron de tener que hacer el largo camino bordeando territorio enemigo. Dios respondió enviándoles serpientes venenosas. Las víctimas de su mordedura morirían a menos que miraran la serpiente de bronce colgada en un asta del campamento. La imagen era una representación simbólica de la presencia de Dios en medio de los israelitas, y también un recordatorio de que Él era su salvador.
Aunque nosotros no asociemos el nacimiento espiritual con una serpiente en un asta, Jesús lo hizo por una buena razón. Estos símbolos describen acontecimientos relacionados. El Mesías estaba explicando que Él debía ser levantado en una cruz como sacrificio por los pecados de toda la humanidad. El nuevo nacimiento es imposible a menos que alguien pague el precio por nosotros. Quienes miren a Jesús y crean en Él, serán perdonados y nacidos de nuevo.
El mensaje de Jesús a Nicodemo se vuelve claro cuando entendemos cómo encajan todas las piezas. El Salvador está diciendo que debía morir en la cruz, para que los pecadores pudiéramos nacer de nuevo. ¿Ha puesto usted la mirada en Jesús para tener salvación? Él es el único camino a una vida nueva.

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