Una mirada al espejo (una pequeña reflexión)

Me miro al espejo y veo un desorden que me lleva a deleitarme en tu perfección, también ignorancia y ella me lleva a maravillarme de tu sabiduría. Una pequeñez tan abrumadora que me hace ver tu grandeza de una forma que antes no podía. Puedo ver, en ese reflejo, que hay espacio para el egoísmo porque tu infinito amor descubre por completo mi error. Cómo no ver el pecado que tu Santidad hace que salga a la luz y que decir de todo aquello que hay en ti que no veo, ni siquiera un destello, en ese reflejo del espejo. 

Señor y Rey de todo mi ser, en mi absoluta debilidad dependo completamente de ti y lo único que veo en ese espejo es la esperanza que tú has puesto en mi a través de tu Santo Espíritu. Tu Gracia inunda cada rincón de mi alma. No hay palabras para describir la sensación de paz y gozo que me dan tus promesas. Mi alma tiene sed de ti y te anhela. Perdona Señor mi actitud ante tanta santidad y hermosura. Dame alas para volar y ver las cosas desde una perspectiva semejante a la tuya.