miércoles, 23 de octubre de 2024

Santificación

La santificación no consiste en el cumplimiento ocasional de las acciones correctas. Es el obrar constante de un nuevo principio celestial interior, que satura toda la conducta cotidiana del hombre, tanto en las grandes acciones como en las pequeñas. Su sede es el corazón y, al igual que el corazón en el cuerpo, tiene una influencia constante en cada aspecto de su carácter. No es como una bomba de agua, de la cual sólo sale agua cuando se bombea, sino como una fuente perpetua, cuya corriente fluye siempre espontánea y naturalmente. 

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