Jesús se Santificó a sí mismo para que nosotros pudiéramos ser Santificados en la verdad (Juan 17:19). La Santidad es lo que nos identifica como Hijos de Dios, y como co-herederos del reino con Cristo Jesús. La santidad es lo que nos distingue de todo aquel que está en el mundo, y ama las cosas del mundo. La santidad es lo único que puede desencadenar la unidad de la Iglesia en el Espíritu Santo.
miércoles, 23 de octubre de 2024
Santificación
La santificación no consiste en el cumplimiento ocasional de las acciones correctas. Es el obrar constante de un nuevo principio celestial interior, que satura toda la conducta cotidiana del hombre, tanto en las grandes acciones como en las pequeñas. Su sede es el corazón y, al igual que el corazón en el cuerpo, tiene una influencia constante en cada aspecto de su carácter. No es como una bomba de agua, de la cual sólo sale agua cuando se bombea, sino como una fuente perpetua, cuya corriente fluye siempre espontánea y naturalmente.
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