lunes, 21 de abril de 2025

TEMPLOS DEL DIOS VIVO

Templos del Dios Vivo

Templos del Dios Vivo

Introducción

Hoy quiero hablarte de algo tan poderoso como personal. No sobre lo que haces para Dios, ni sobre lo que aparentas ante otros, sino sobre quién vive en ti.

La verdadera fe no es una etiqueta. No es asistir a una iglesia, ni memorizar versículos, ni siquiera tener un gran conocimiento bíblico. La verdadera fe es tener vida nueva porque Dios mismo, por medio de Su Espíritu, habita en tu interior. Esa presencia cambia todo.

1. No todos son iguales ante los ojos de Dios

Cuando Dios mira al mundo, no ve denominaciones. No ve etiquetas religiosas, ni currículos espirituales. Dios ve lo que nadie más puede ver: si Su Espíritu habita o no en una persona.

Ante sus ojos solo hay dos clases de personas:

  • Los que son suyos, porque su Espíritu mora en ellos.
  • Y los que no lo son, porque su Espíritu no habita en ellos.

2. Ser templo es más que un título

La Biblia dice que los creyentes son templos del Espíritu Santo. Eso no es una metáfora bonita, es una realidad poderosa. ¡No somos solo asistentes a un culto… somos morada viva de Dios!

¿Te imaginas eso? El mismo Dios que creó los cielos y la tierra eligió morar dentro de ti. No para visitarte de vez en cuando, sino para habitarte y transformarte desde adentro.

3. No se trata de lo que tú puedes hacer, sino de lo que Él hace en ti

Puedes tener el lenguaje cristiano, el círculo cristiano, la música cristiana… y aun así no tener al Espíritu de Cristo. Lo que te hace cristiano no es tu esfuerzo, sino Cristo en ti, por medio de su Espíritu.

Si el Espíritu Santo no vive en una persona, ningún esfuerzo humano, por muy sincero que sea, puede producir la vida nueva que solo Él da.

4. Lo verdadero existe… aunque lo falso abunde

Vivimos en tiempos donde hay mucho ruido religioso. Mucho espectáculo, muchos abusos, incluso escándalos que nos hacen desconfiar de todo lo que se llame "Espíritu Santo".

Pero no debemos confundir lo falso con lo genuino. El abuso de algo no cancela su autenticidad. Así como existen billetes falsos, también existen los verdaderos.

No dejes que lo falso te robe el hambre por lo verdadero.

5. El Espíritu siempre actúa con propósito

Dios no nos llena de su Espíritu solo para que nos sintamos bien o tengamos experiencias emocionales. Nos llena para manifestarse a través de nosotros para bendecir a otros.

Cada manifestación del Espíritu tiene un propósito: edificar, consolar, guiar, sanar, levantar.

6. ¿Qué se necesita para recibir al Espíritu Santo?

No es por obras. No es por méritos. Es por una fe genuina en Jesús como tu Salvador y Señor.

Cuando te entregas a Él con sinceridad, Él no solo perdona tus pecados —te da su Espíritu, te hace nuevo, te hace suyo.

Conclusión

Hoy quiero invitarte a examinar tu corazón. No importa si tienes muchos años en la iglesia o si es tu primera vez escuchando esto.

¿Es tu vida un templo donde Dios habita?

No te conformes con tener una apariencia de fe. No vivas con la fachada de cristiano cuando lo que Dios quiere es habitarte y renovarte.

Pide hoy con sinceridad: “Señor, lléname de tu Espíritu. Hazme tu templo. Que tu presencia sea real en mi vida.”

Y si ya lo tienes… ¡no lo ignores, no lo apagues, no lo limites! Vive lleno, camina en el Espíritu, y deja que Él se manifieste para el bien de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario