domingo, 15 de junio de 2025

EL FUNDIDOR DE PLATA

El Fundidor Divino

El Fundidor Divino — El Fuego Que Purifica

Malaquías 3:3
La santificación a través del fuego purificador de Dios

I. Introducción: Una escena junto al fuego

“Se sentará como fundidor y purificador de plata; purificará a los levitas y los refinará como se refinan el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas conforme a la justicia.” — Malaquías 3:3 (NVI)

Imaginemos a un platero frente a su horno. Con paciencia y atención, calienta la plata hasta que brilla. No se aparta, no se apresura. Así es Dios con nosotros. No se va cuando estamos en el fuego: Él se sienta con nosotros y nos purifica con propósito.

II. El fuego de la purificación no es castigo, es gracia

Como enseña la teología evangélica, somos salvos por gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9), pero también llamados a una vida de santificación progresiva (2 Corintios 3:18).

El fuego no destruye: refina. No condena: santifica. Dios permite que pasemos por el horno para sacar impurezas ocultas:

  • Orgullo
  • Envidia
  • Falta de fe
  • Ídolos del corazón

No es castigo. Es gracia que transforma.

III. El proceso es doloroso, pero tiene propósito

“Purificará a los levitas y los refinará como el oro y la plata…”

El platero conoce la temperatura exacta, no se distrae, no se aleja. Así es Dios: nunca nos deja solos. El apóstol Pedro lo entendía:

“Aunque ahora por un poco de tiempo tengan que sufrir diversas pruebas, el oro —aunque perecedero— se acrisola al fuego; así también su fe…” — 1 Pedro 1:6-7

Una fe que no es probada, no madura.

IV. El propósito final: reflejar Su imagen

Cuando el platero ve su reflejo en la plata, sabe que está lista. De igual forma, Dios quiere ver reflejado en nosotros a Su Hijo.

“A los que antes conoció, también los predestinó para ser hechos conformes a la imagen de su Hijo…” — Romanos 8:29

Este es el fin de la santificación: ser como Cristo.

V. Conclusión: Ofrendas conforme a la justicia

Cuando Dios ha trabajado en nosotros, nuestra adoración cambia. Ya no damos por obligación, sino como fruto de una vida purificada.

“…Entonces traerán al Señor ofrendas conforme a la justicia.” — Malaquías 3:3

Una vida transformada por el fuego se convierte en una adoración viva y verdadera.

Aplicación final: ¿Estás en el fuego?

Tal vez estás en una temporada difícil. Recuerda esto:

  • Dios está presente.
  • Él no ha apartado Su mirada.
  • El fuego no te destruirá, te purificará.

Confía. Rinde tu corazón. Deja que Dios vea Su imagen en ti.

📖 Versículos clave

  • Malaquías 3:3
  • 1 Pedro 1:6-7
  • 2 Corintios 3:18
  • Romanos 8:29
  • Hebreos 12:10-11

No hay comentarios:

Publicar un comentario