sábado, 22 de noviembre de 2025

El Jesús histórico

El Jesús histórico

El Jesús histórico

Qué cosas sobre Jesús se pueden afirmar con bastante consenso histórico y qué cosas ya son cuestión de fe.

1. “Mínimos históricos” sobre Jesús

Son puntos que aceptan muchos historiadores (también no creyentes), combinando fuentes bíblicas y extrabíblicas:

  1. Jesús existió realmente
    – Judío del siglo I, en Palestina (Galilea y Judea).
    – Las menciones de Josefo, Tácito, Plinio, etc. respaldan que no es un personaje inventado.

  2. Fue un predicador itinerante en Galilea
    – Anuncia el “Reino de Dios” (un mensaje religioso y moral para Israel).
    – Se mueve entre aldeas, no en las élites de Jerusalén.
    – Usa parábolas, imágenes del campo, de la vida diaria.

  3. Tuvo discípulos y un círculo cercano
    – Un grupo de seguidores estables (los Doce) y muchos simpatizantes.
    – Entre ellos, figuras históricas como Pedro, Juan, Santiago, etc., que luego aparecen también en fuentes extrabíblicas (Santiago en Josefo, por ejemplo).

  4. Se ganó fama de sanador y exorcista
    – Los propios Evangelios, que son pro-Jesús, pero también sus adversarios, lo presentan como alguien asociado a “poderes” (los adversarios dicen que es por Beelzebú).
    – Históricamente es muy probable que la gente en su entorno lo viera así, aunque el historiador no puede decidir si eran milagros, curaciones psicosomáticas, sugestión, etc.

  5. Generó controversia religiosa
    – Entró en conflicto con ciertos grupos: fariseos, saduceos, sacerdotes del templo.
    – Hay gestos simbólicos fuertes (como la actuación en el templo de Jerusalén) que encajan muy bien con una figura profética.

  6. Fue ejecutado por crucifixión bajo Poncio Pilato
    – Esto lo afirman las fuentes cristianas y lo confirman fuentes romanas como Tácito.
    – La crucifixión era una pena romana para rebeldes y esclavos, lo que indica que Roma lo vio como una amenaza política o de orden público (aunque envuelta en un conflicto religioso judío).

  7. Tras su muerte, surgió rápidamente un movimiento que lo proclamó Mesías y Señor
    – En pocas décadas hay comunidades cristianas en Jerusalén, Siria, Asia Menor, Grecia y Roma.
    – Textos como las cartas auténticas de Pablo (años 50 del siglo I) son muy tempranos y muestran que desde muy pronto se le adoraba como Señor y se proclamaba su resurrección.

  8. Sus discípulos creyeron sinceramente que se les había aparecido después de muerto
    – El historiador puede constatar que:
      • personas que lo conocieron, y otros de la primera generación, están convencidos de que Jesús vive y se les ha manifestado;
      • esa convicción cambió su comportamiento (de miedo a predicación pública) y los llevó en varios casos al martirio.
    – Lo que la historia no puede dictar es qué ocurrió exactamente (visión subjetiva, experiencia mística, un hecho físico, etc.), solo que ellos creyeron algo que interpretaron como encuentro con el Resucitado.

Con estos puntos, la gran mayoría de especialistas en historia antigua acepta que Jesús no es un mito, sino un personaje real con cierto perfil: maestro judío, profeta carismático, ejecutado por Roma, origen de un movimiento religioso que crece muy rápido.

2. Lo que ya es cuestión de fe (no demostrable históricamente)

Aquí entramos en afirmaciones que la historia no puede ni probar ni refutar, porque superan su método:

  1. Que Jesús sea el Hijo de Dios / segunda Persona de la Trinidad
    – Históricamente se puede decir: “los cristianos muy pronto lo adoraron como Dios y lo llamaron Hijo de Dios”.
    – Pero si Él lo es realmente o no, eso pertenece a la teología, no a la historiografía.

  2. La resurrección como hecho sobrenatural
    – La historia puede constatar:
      • la tumba vacía (según las fuentes cristianas) y, sobre todo,
      • la fe pascual de los discípulos y el nacimiento del movimiento.
    – Pero la afirmación “Dios lo resucitó corporalmente de entre los muertos” es una propuesta de fe.
    – Un historiador no creyente puede decir “hubo experiencias que ellos interpretaron como apariciones”; un creyente dirá “fueron verdaderas apariciones del Resucitado”.

  3. La interpretación salvífica de la cruz (Jesús muere por nuestros pecados)
    – Históricamente: Jesús fue ejecutado en una cruz.
    – Teológicamente: esa muerte tiene un sentido dado por Dios (redención, expiación, victoria sobre el mal).
    – El “sentido” profundo es confesión de fe, no dato comprobable.

  4. La virginidad de María, la concepción por obra del Espíritu Santo, etc.
    – Son afirmaciones de fe basadas en los textos bíblicos.
    – La historia no puede confirmarlas ni negarlas con sus métodos.

  5. Los milagros como intervenciones sobrenaturales
    – Se puede estudiar que Jesús tenía fama de curar y que la gente sentía que sucedía algo extraordinario.
    – Pero decir si cada hecho fue sobrenatural o no pertenece a la fe, a la filosofía, o a la experiencia personal de cada uno.

3. Cómo se combinan historia y fe

Muy resumido:

La historia llega hasta:

“Existió Jesús de Nazaret, maestro judío, con fama de sanador, que anunció el Reino de Dios, reunió discípulos, entró en conflicto con autoridades y fue crucificado bajo Poncio Pilato; tras su muerte, sus seguidores estuvieron convencidos de que Dios lo había resucitado y, por esa convicción, nació la Iglesia”.

La fe cristiana añade:

“Ese Jesús es el Cristo, Hijo de Dios hecho hombre, cuya muerte y resurrección nos salvan; vive hoy y actúa en la historia”.

La primera parte se discute en universidades, libros de historia, estudios críticos, incluso entre investigadores no creyentes.
La segunda pertenece al ámbito de la fe, la teología, la experiencia espiritual y la decisión personal.

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