Leer | JOSUÉ 1.1-9 Después de la muerte de Moisés, Dios le dio a Josué la difícil tarea de introducir a los israelitas a la Tierra Prometida, pero también le dio instrucciones precisas sobre cómo lograrlo. Con cada orden, el Señor daba una promesa y predecía el resultado. La tarea de Josué era mantenerse enfocado en Dios, no en la dificultad del reto.
Cuando Dios ponga un reto delante de usted, no emprenda la retirada ni trate de evitarlo. Las mismas órdenes y promesas que dio a Josué también se aplican a usted. Si mantiene su mirada centrada en Dios y obedece sus instrucciones, el Señor le llevará a tener una relación más profunda con Él. |
Jesús se Santificó a sí mismo para que nosotros pudiéramos ser Santificados en la verdad (Juan 17:19). La Santidad es lo que nos identifica como Hijos de Dios, y como co-herederos del reino con Cristo Jesús. La santidad es lo que nos distingue de todo aquel que está en el mundo, y ama las cosas del mundo. La santidad es lo único que puede desencadenar la unidad de la Iglesia en el Espíritu Santo.
domingo, 18 de diciembre de 2011
Enfrentar con fe los desafíos
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