viernes, 16 de diciembre de 2011

Sea fuerte y valiente

Leer | DEUTERONOMIO 31.1-8 


¿Alguna vez enfrentó usted un desafío que le dejó con sentimientos de incompetencia y temor? Los grandes hombres y mujeres en la Biblia no eran sobrehumanos, por lo que sin duda experimentaron las mismas debilidades que nosotros. Aunque Josué era un líder militar fuerte, es probable que se sintiera incapaz de ocupar el lugar de Moisés. Después de todo, Moisés había hablado con Dios cara a cara, hecho milagros impresionantes, y sacado a los israelitas de la esclavitud egipcia.
Sin embargo, recordemos que Moisés no empezó siendo un formidable hombre de fe. Cuando Dios lo llamó a libertar a los hijos de Israel, dirigió su atención a su propia insuficiencia y le rogó al Señor que enviara a otra persona (Éx 4.10-13). Pienso que Moisés sabía exactamente cómo se sentía Josué. Es por eso que animó a su sucesor a ser fuerte y valiente.
Pero la fuerza que Josué necesitaba no iba a venir del pensamiento positivo o de confianza en sí mismo. Lo que necesitaba era la seguridad de que el Señor iría delante de él en todo momento, y que le daría a la nación la tierra que les había prometido. La confianza frente a los desafíos que nos plantea el Señor nunca viene de nosotros mismos. Pero cuando le creemos a Él y confiamos en su Palabra, en vez de nuestros sentimientos, nos da la capacidad y la valentía para hacer su voluntad.
Si su vida fuera siempre fácil, usted nunca necesitaría ser fuerte y valiente. Pero entonces desaprovecharía maravillosas oportunidades para conocer a Dios. Solo cuando enfrentamos desafíos a nuestra fe y probamos la fidelidad de Dios, aprendemos a depender de Él en vez de nosotros mismos.

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