viernes, 30 de diciembre de 2011

Salmo 51:17

El sacrificio que te agrada
      es un espíritu quebrantado;
   tú, oh Dios, no desprecias
      al corazón quebrantado y arrepentido.
                                             Salmo 51:17

Cuando vayamos al Padre en oración no debemos enfocarnos en conseguir las palabras correctas, sino en tener un corazón recto y venir a Dios.

Les animo a orar con más frecuencias. Debemos seguir el ejemplo de Jesús, comunicarse con el Padre Celestial era su prioridad absoluta, aún cuando tantas necesidades urgentes reclamaban su atención.

La pregunta es ¿oramos a Dios basándonos en nuestras necesidades, buenas obras, o en nuestra relación con el Señor Jesucristo?

         Padre y Dios mío enséñanos cómo hacerlo, a pesar de nosotros mismos.

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