LA ARMADURA DE DIOS

Leer | EFESIOS 6.13-18

Tenemos un enemigo muy real que busca engañarnos e impedir que nos convirtamos en lo que Dios quiere que seamos. Por tanto, debemos estar siempre alertas. Prepárese para la batalla espiritual, haciendo que el pasaje de hoy sea parte de su tiempo diario con Dios. Por ejemplo, "póngase" la armadura cuando ore:

Señor, gracias por darme todo lo que necesito para pelear la batalla en tu nombre. En el poder de tu Espíritu, me pongo mi "armadura":

Protege mi mente y mis pensamientos con el yelmo de la salvación. Enfoca mis pensamientos en tu amor y tu poder.
Me apropio de la justicia de Cristo como mi coraza, para que proteja mi corazón y mis emociones.
Para no ser gobernado por mis sentimientos, ciñe con tu verdad el centro de mi ser, para que me proteja del engaño.
Guía mis pasos con el calzado de la paz. Afirma mis pies firmemente en la buena nueva de tu redención y de tu amor, y dame el poder para mantenerme firme contra los ataques.
Levanto mi escudo de la fe. Protégeme de los dardos de Satanás, mientras resisto a un muro de oposición contra sus planes.
Tomo la espada del Espíritu. Planta tu Palabra en mi corazón para que esté siempre listo para poner fin a las mentiras con tu verdad. ¡Proclamo tu victoria hoy!
Usted nunca debe estar tan preocupado por la lucha, que la ansiedad le haga perder su enfoque del gozo de conocer a Dios. Más bien, permanezca en paz mientras se "viste" para la batalla, sabiendo que la victoria es suya, que está seguro en Cristo, y que Él ya derrotó al enemigo.