martes, 13 de marzo de 2012

La carnada del placer momentáneo

Leer | GÉNESIS 25.29-34 


Usted probablemente haya leído la historia de Jacob y Esaú, y pensado: No puedo creer que Esaú haya vendido su primogenitura por un plato de lentejas. ¡Qué necio! Pero pensemos más allá de primogenituras y del plato de lentejas. ¿Hay algo de verdadero valor que usted está negociando por algo de menor valor? En otras palabras, ¿cuál es su "plato de lentejas?"
¿Se ha dedicado a perseguir la riqueza y dedicarse a una carrera a expensas de su familia? Tal vez su ocupada agenda le ha impedido pasar tiempo con Dios en su Palabra cada día. Algunas personas se involucran en relaciones extramaritales, dejando a su familia por la satisfacción de sus deseos lujuriosos. Otras sacrifican su salud consumiendo sustancias dañinas o adictivas, o excediéndose en la comida. La lista es interminable.
Algunas decisiones que tomemos hoy pueden robarnos las bendiciones que Dios quiere darnos. Cuando usted cede a la tentación en un momento de debilidad, está sacrificando su futuro por el placer momentáneo. No podemos basar nuestras decisiones en deseos o sentimientos inmediatos. Puesto que el principio de la siembra y la cosecha no puede invalidarse, tenemos que considerar cuidadosamente lo que estamos plantando. La cosecha vendrá, y cosecharemos lo que hayamos sembrado, y más de lo que hayamos sembrado.
¿Ha pensado usted hacer algo que podría tener graves consecuencias a largo plazo? Una persona sabia evalúa las opciones de antemano para ver qué consecuencias pudieran acarrearle sus acciones. No permita que "un plato de lentejas" detenga los planes maravillosos que Dios tiene para usted.

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