Leer | 1 TIMOTEO 1.18, 19
“Deja que la conciencia sea tu guía” es una expresión muy conocida, pero no necesariamente un buen consejo, ya que su brújula moral es solo tan confiable como sean los principios con los que usted la programe. Si usted almacena buena instrucción y formación bíblicas, puede depender de ella para proteger su vida de principio a fin. Pero si utiliza las falsas ideologías de la cultura popular para programar su conciencia, se prepara para el fracaso moral.
Nuestro Padre celestial ha dado a cada persona el regalo de la conciencia, para que sea una herramienta del Espíritu Santo –nuestro Guía verdadero. Como tal, ella ha sido creada para evitar que nos descarrilemos. Usted puede confiar en la conciencia solo cuando estos siete criterios se cumplen en usted:
1. Jesucristo es su Señor y Salvador.
2. La Biblia es la base de su conducta.
3. Desea fuertemente obedecer a Dios.
4. Toma sus decisiones en oración.
5. Su conciencia suena como una alarma cuando piensa hacer algo malo en pensamiento o acción.
6. Se siente culpable cuando desobedece.
7. Se siente movido a arrepentirse de su desobediencia.
Una conciencia digna de confianza reacciona de inmediato a la desobediencia. No tiene dudas en cuanto a lo que es malo.
Para desarrollar una conciencia fiable, lea y aplique la Biblia, para que los principios del Señor sustituyan cualquier programación mal hecha. Bajo la guía del Espíritu Santo, su conciencia hará sonar alertas de protección. No ponga su fe en su conciencia solamente, sino en Dios, para que le sirva de guía.
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Jesús se Santificó a sí mismo para que nosotros pudiéramos ser Santificados en la verdad (Juan 17:19). La Santidad es lo que nos identifica como Hijos de Dios, y como co-herederos del reino con Cristo Jesús. La santidad es lo que nos distingue de todo aquel que está en el mundo, y ama las cosas del mundo. La santidad es lo único que puede desencadenar la unidad de la Iglesia en el Espíritu Santo.
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