lunes, 21 de julio de 2025

Me hago de todos para llegar a todos

Me hago de todos para llegar a todos

Me hago de todos para llegar a todos

“Me he hecho a los débiles como débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.”
— 1 Corintios 9:22

Adaptarse sin corromperse

El apóstol Pablo no estaba tratando de agradar a todos. Su meta no era complacer, sino conectar con las personas donde estaban. Su mensaje no cambiaba, pero su manera de comunicarlo sí. Comprendía que cada persona necesita escuchar el evangelio en un lenguaje que entienda, en una forma que resuene con su realidad.

Jesús mismo fue el ejemplo máximo de esta actitud: se encarnó, caminó entre nosotros, habló en nuestro idioma y vivió nuestras luchas. No vino a imponer, sino a entregar Su vida por nosotros.

Morir al ego, vivir para Cristo

Hacerse de todos implica matar el ego. Requiere humildad, empatía y disposición a incomodarse. Es más fácil juzgar que acercarse, pero el amor de Cristo nos llama a más. Ser como Cristo no es quedarse en un molde religioso, sino dejarse usar como puente entre Dios y los que aún no le conocen.

Una urgencia que arde

Pablo no era ingenuo: sabía que no todos serían salvos. Sin embargo, dijo: “para que de todos modos salve a algunos”. Ese es el latido misionero de un corazón conquistado por Cristo. No esperamos resultados humanos, pero sí obedecemos con pasión divina.

El mundo no necesita más discursos, sino cristianos que caminen, escuchen y amen como Jesús. Que estén dispuestos a cambiar sus métodos, pero nunca su mensaje.

“Por amor a Cristo, me adapto sin perder la esencia, para alcanzar con el evangelio a cada persona donde esté.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario