LA PRESUNCIÓN HUMANA ANTE EL INFINITO DE DIOS

La Presunción Humana ante el Infinito Dios

Introducción

Vivimos en una época en la que el conocimiento es altamente valorado, y muchos creen que pueden comprender los misterios más profundos con solo leer o estudiar un texto. Sin embargo, cuando se trata de Dios, esta actitud puede convertirse en presunción absurda.

“Así como sería una locura que un pez del mar dijera que conoce todo el océano porque ha nadado unos metros, es una locura espiritual pensar que por leer la Biblia se conoce plenamente a Dios.”

1. La incomprensibilidad de Dios

a. Dios es infinitamente grande

Romanos 11:33

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”

Dios es infinito en ser, sabiduría y poder. Todo lo que conocemos de Él proviene de lo que Él ha querido revelarnos, pero aún así, nunca llegamos a abarcarlo completamente.

b. El vaso frente al océano

La Biblia es como un vaso de agua cristalina sacado del mar infinito de la divinidad. Es verdadera, pura y reveladora, pero no es el todo de Dios, sino una revelación suficiente para la salvación.

“El vaso es real, contiene lo necesario, pero no contiene el océano.”

2. La suficiencia de la revelación, pero no su exhaustividad

a. La Biblia revela lo necesario para la salvación

2 Timoteo 3:16-17

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia...”

b. La arrogancia de pensar que Dios puede ser domesticado

Job 36:26

“He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, ni se puede seguir la huella de sus años.”

3. El conocimiento de Dios es relacional, no solo intelectual

a. No basta con saber de Dios, hay que conocerle

Juan 17:3

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”

b. La revelación es progresiva

1 Corintios 13:12

“Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara.”

4. La humildad como única respuesta correcta

a. La reverencia y el asombro

Salmo 89:7

“Dios temible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.”

b. La búsqueda continua

Oseas 6:3

“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová...”

Creer que entendemos todo sobre Dios porque leemos la Biblia es una presunción tan absurda como pensar que conocemos todo el océano porque bebemos de un vaso. La Palabra de Dios es fiel, suficiente y verdadera, pero nos apunta siempre a una Persona que es mucho más grande de lo que podemos imaginar.

La correcta actitud ante Dios no es la arrogancia del que cree que lo domina, sino la humildad del que se rinde ante su gloria.