Estudio teológico de Juan 1:1–28
1. Contexto y estructura básica
Contexto del evangelio de Juan
- Evangelio escrito para suscitar fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios (Jn 20:31).
- Muy teológico y simbólico: luz/tinieblas, vida/muerte, arriba/abajo, verdad/mentira…
- El prólogo (1:1–18) es como un “himno cristológico”, y 1:19–28 introduce el testimonio de Juan el Bautista.
Estructura de Juan 1:1–28
- 1:1–5 – El Logos eterno: preexistencia y deidad del Hijo.
- 1:6–8 – Juan el Bautista como testigo, no como luz.
- 1:9–13 – La Luz verdadera, el rechazo y la acogida.
- 1:14–18 – La encarnación: gloria, gracia y verdad.
- 1:19–23 – El testimonio de Juan sobre su propia identidad.
- 1:24–28 – Juan señala al que viene: “en medio de vosotros está…”
2. Juan 1:1–5 – El Logos eterno
“En el principio era el Verbo (Logos), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…”
Ideas teológicas clave
1) “En el principio”
- Remite directamente a Génesis 1:1.
- Jesús (el Verbo) está antes de la creación: preexistencia del Hijo.
2) “El Verbo era con Dios” (pros ton Theon)
- Hay distinción de personas: el Verbo no es el Padre, pero está en comunión eterna con Él.
- Aquí se ve ya la semilla de la doctrina trinitaria: un solo Dios, más de una Persona.
3) “El Verbo era Dios”
- No dice “un dios”, ni “divino” simplemente: afirma la deidad plena del Verbo.
- El Hijo comparte la misma naturaleza divina que el Padre.
4) “Todas las cosas por él fueron hechas”
- Cristo es mediador de la creación.
- No es una criatura elevada: es el Creador a través del cual existe todo.
5) “En él estaba la vida… la luz de los hombres… la luz en las tinieblas”
- Jesús es fuente de vida (no solo física, sino eterna).
- Es luz: revelación, verdad, pureza en medio de un mundo en tinieblas (pecado, ignorancia, engaño).
- “Las tinieblas no prevalecieron” indica la victoria segura de Cristo sobre el mal.
Aplicación: La fe cristiana no empieza en Belén, sino en la eternidad: seguir a Jesús es seguir al Dios eterno hecho carne, no a un simple maestro moral.
3. Juan 1:6–8 – Juan el Bautista, el testigo
“Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan…”
Teología del testimonio
Juan es enviado de Dios, pero es “un hombre”: contrasta con el Verbo eterno. Su misión es dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Se enfatiza que “no era la luz, sino para que diese testimonio de la luz”.
Teológicamente, esto subraya:
- La centralidad de Cristo: la fe no gira en torno al mensajero.
- La dignidad y humildad de la misión humana: Dios usa hombres para señalar a Cristo, pero no los confunde con Él.
Aplicación: Toda predicación, todo ministerio, toda iglesia existe para señalar a Cristo, no para construir su propia fama.
4. Juan 1:9–13 – Luz verdadera, rechazo y adopción
“Aquella luz verdadera… venía a este mundo… vino a lo suyo, y los suyos no le recibieron…”
Temas teológicos
1) Luz verdadera que alumbra a todo hombre
- Cristo es la revelación plena y definitiva de Dios.
- “A todo hombre”: dimensión universal de la revelación (aunque no todos respondan con fe).
2) Rechazo
- “En el mundo estaba… el mundo por él fue hecho… pero el mundo no le conoció.”
- “Vino a lo suyo (Israel)… y los suyos no le recibieron.”
- Hay una ceguera espiritual: el Creador es rechazado por su propia creación.
3) Acogida y nueva identidad
- “A todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
- No es solo creer doctrinas: es recibir a la Persona del Hijo.
- Ser “hijo de Dios” aquí es una realidad espiritual y relacional, distinta de la creación general.
4) Nuevo nacimiento (anticipación de Juan 3)
- “No de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
- El origen de esta nueva vida no es biológico, ni cultural, ni voluntarismo humano: es obra soberana de Dios.
Aplicación: La verdadera identidad cristiana no depende de tradición familiar o cultura, sino de haber recibido a Cristo y haber nacido de Dios.
5. Juan 1:14–18 – La encarnación: gloria, gracia y verdad
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…”
Claves teológicas
1) “El Verbo fue hecho carne”
- No deja de ser Dios, pero asume plena humanidad.
- Contra cualquier idea de un Jesús “aparente” (docetismo): la carne es real.
2) “Habitó” (literalmente “tabernaculizó”)
- Evoca el tabernáculo del AT, donde Dios habitaba en medio de su pueblo.
- Jesús es la presencia de Dios en medio de la humanidad, reemplazando y cumpliendo el tabernáculo/templo.
3) Gloria, gracia y verdad
- “Vimos su gloria” → gloria del Hijo unigénito del Padre.
- “Lleno de gracia y de verdad” → contrasta con la ley:
- “La ley por medio de Moisés fue dada; la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.”
- No es que la ley fuese mala, sino provisional: Cristo trae la plenitud de la revelación y de la salvación.
4) Dios dado a conocer
- “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo… él le ha dado a conocer.”
- Jesús es la revelación perfecta del Padre: ver al Hijo es ver al Padre.
Aplicación: Para conocer cómo es Dios de verdad, el centro es Jesús: su carácter, sus obras, su cruz, su resurrección.
6. Juan 1:19–23 – Identidad y misión de Juan el Bautista
“¿Tú quién eres?”
Las autoridades envían sacerdotes y levitas para interrogar a Juan.
Respuestas clave
1) Negativa triple de Juan
- “No soy el Cristo.”
- “¿Eres Elías?” → “No soy.” (no en sentido literal; Jesús lo identificará como el Elías “que había de venir” en sentido profético).
- “¿Eres el profeta?” (alusión a Deut 18:15) → “No.”
2) Autodefinición bíblica
- “Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor…” (Isaías 40:3).
- Juan se entiende a sí mismo como voz, no como Palabra; siervo, no Mesías.
Teológicamente, él encarna la actitud correcta del ministerio: claridad en la identidad y humildad ante Cristo.
7. Juan 1:24–28 – El que viene después… pero es antes
“En medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis…”
Puntos teológicos
1) Juan frente a los enviados de los fariseos
- Le preguntan por qué bautiza si no es el Cristo, ni Elías, ni el profeta.
- Juan responde subrayando la superioridad absoluta de Jesús:
“El que viene después de mí, es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.”
2) Cristo “después” y “antes”
- “Después de mí” en el orden histórico (nace después, aparece después en el ministerio).
- “Antes de mí” en dignidad y en eternidad (preexistencia divina).
- De nuevo, se refuerza la deidad y preeminencia de Cristo.
3) Presencia ignorada
- “En medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis”.
- Tensión teológica: Dios está presente en su Hijo, pero no es reconocido por las autoridades.
Aplicación: Es posible estar muy cerca de la actividad religiosa y, sin embargo, no conocer realmente a Cristo.
8. Síntesis teológica de Juan 1:1–28
1) Cristología alta
- Jesús es el Verbo eterno, Dios verdadero, Creador, Luz y Vida.
- Es al mismo tiempo verdadero hombre: el Verbo hecho carne.
2) Proto-trinitarismo
- Distinción entre el Verbo y Dios, pero plena unidad en la deidad.
- El Hijo en relación eterna con el Padre, revelándolo.
3) Revelación y salvación
- Jesús es la revelación definitiva del Padre (gracia y verdad).
- Recibirle por la fe conduce al nuevo nacimiento y a la adopción como hijos de Dios.
4) Eclesiología implícita
- El pueblo de Dios se define no solo por la descendencia (Israel según la carne), sino por la fe en el Hijo.
- El ministerio auténtico (como el de Juan) siempre apunta a Cristo, nunca a sí mismo.
5) Tensión luz/tinieblas
- Cristo viene como luz al mundo, pero el mundo no le conoce.
- Sin embargo, la luz no es vencida: la historia se encamina hacia la victoria de Cristo.
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